sábado, 23 de enero de 2010

San Isidoro, la Hermandad de los Cielos ........

Empezamos el año, y con ello nuevas cavilaciones.Ésta primera entrada, la quiero dedicar a mi gremio,la de Mantenimiento Aeronáutico, el cual tiene a la Virgen de Loreto y Tres Caídas cómo sus principales patronos.

Seguidamente recorreremos la historia de ésta hermandad, y despues, veréis un retablo cerámico, que se encuentra en la Parroquia de la Maestranza Aérea de Sevilla y que sin duda es un retablo que poca gente conozca, a no ser que trabaje allí.El retablo fué realizado por cerámica Santa Ana en 1958.La verdad es que para mi es un retablo de alta calidad.Mi tía que e.p.d trabajó en cerámica Santa Ana toda su vida, y no me estrañaría que hubiese puesto su granito de arena.En fin un retablo trianero por los cuatro costaos.La foto no es lo mio, espero que disfruten ......


La actual cofradía cuyo título completo es "Antigua e Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Pontificia y Real Archicofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, Nuestra Señora de Loreto y Señor San Isidoro" es el resultado de la unión mediante Concordia otorgada en 1.975 de dos antiguas corporaciones existentes en el templo de S. Isidoro.


La primera de ellas, conocida de antiguo como la Hermandad Sacramental de San Isidoro es a su vez producto de la fusión de otras dos, denominadas: Ilustres y Antiguas Cofradías Unidas del Santísimo Sacramento, María Santísima de las Nieves y Animas Benditas del Purgatorio, aprobándose sus Ordenanzas por el Real y Supremo Consejo de Castilla en 26 de mayo de 1788.De un lado nos encontramos pues, en su origen primigenio y derivada de la consideración Parroquial del templo donde se erigió, la primitiva Hermandad Sacramental, cuya fundación data de 1526, por la dama toledana Dª. Teresa Henríquez de Cárdenas, cuyo celo infatigable en la devoción eucarística le valió el sobrenombre de "La Loca del Sacramento". A la misma, se agregaría en razón de la coincidencia del doble carácter de muchos de sus hermanos, la Hermandad de las Ánimas Benditas, fundada en 1.528.


La Hermandad sacramental goza de un exquisito patrimonio artístico tanto en objetos de culto (Custodia de asiento, Guión, estandarte, cálices, copones, etc...) así como en obras de arte pictóricas o escultóricas, entre las que brilla con luz propio el barroquísimo retablo de su Capilla, atribuido a Jerónimo Balbás y Duque Cornejo, considerado la mejor pieza de su género, de las existentes en la ciudad hispalense.


De otro lado, figura la Hermandad penitencial de las Tres Caídas cuyos orígenes históricos tenemos que buscarlos casi con toda certeza en el convento de San Benito de la Calzada a comienzos del siglo XVII. Corre el año de 1605 cuando un grupo de fieles sevillanos se acoge bajo las advocaciones de las Tres Humillaciones y Madre de Dios del Arco con el fin de fomentar las obras de caridad en nuestra ciudad. De aquí pasa en poco tiempo a la iglesia de San Roque donde se pone bajo el patronazgo del gremio de "los fieles montados de las casas grandes", convirtiéndose así en una de las tantas hermandades gremiales que florecieron durante la decimoséptima centuria. Viendo la Hermandad de los Cocheros su pronto crecimiento, en 1632 asumió la necesidad de adquirir una imagen titular que correspondiera iconográficamente al titulo de las Tres Humillaciones. Pedro Nieto Montañés fue el encargado de llevar a cabo la hechura de la primera imagen que veneraran los Cocheros, en pasta de madera, y con la túnica pintada de púrpura, costando el trabajo 600 reales.


En 1638, la Hermandad vive un nuevo traslado de templo, esta vez a la iglesia de Santiago, donde una serie de circunstancias marcarían el devenir histórico de la corporación. Con el cambio de sede de 1638, la imagen del Señor comienza a arraigar fuertemente en la devoción popular de la feligresía de Santiago, suponiendo su culto una fuente de ingresos no solo para las necesidades y fines para los que estaba destinada la hermandad de los Cocheros, sino que además la propia Parroquia participaba abiertamente de los beneficios. Este hecho marcó profundamente la decisión de la Hermandad de trasladarse a la iglesia de San Isidoro en 1668, por problemas con el párroco. Este, viendo como su templo se quedaba sin tan devota imagen, la sujetó a la reja de la capilla que ocupaba mediante unas cadenas, impidiendo el traslado de la misma junto con la hermandad a su nueva sede, que a la postre sería la definitiva.


El hecho narrado junto al mal estado en que se encontraba la que se quedó en Santiago, fue el que provoco la decisión de la junta de encargar la hechura de una nueva imagen de Nuestro Señor al escultor Alonso Martínez por el precio de 1550 reales, en el mismo año de 1668. Alonso Martínez muere poco después, siendo opinable que llevara a cabo su último encargo, aunque la mención en su testamento de unas cantidades que debía cobrar de la hermandad por la talla que hizo, parece abonar la tesis de la conclusión total de la imagen. En 1687 se concierta con el escultor Francisco Antonio Gijón la hechura de un paso completo con el Señor caído en tierra y Simón de Cirene, aunque documentalmente solo consta como obras ejecutadas dichas andas (desaparecidas durante al invasión francesa) y la imagen de Simón Cirineo. La desaparición de las andas de Gijón, afortunadamente no fue total. En el año 2009, se decide bajar una pareja de ángeles que se encontraban a gran altura en el ático del Altar de las Cofradía, vislumbrándose desde ese mismo instante su indiscutible calidad. El profesor Roda Peña los atribuyó de inmediato a la mano de Francisco Antonio Gijón, afirmando su procedencia del desaparecido paso ejecutado por el maestro utrerano.


El traslado a la Parroquia de San Isidoro, significó para la Hermandad el comienza una época dorada donde creció en devoción y patrimonio, obteniendo en 1717, la propiedad de la Capilla que hasta hoy ocupa.


Durante todo el siglo XVIII continúa la labor de engrandecimiento de la Hermandad. Es en esta época, donde pierde por Orden del Consejo de Castilla, no sin abierta resistencia por parte de los cocheros, el carácter gremial que, hasta entonces poseía. Curiosamente, son ahora los señores de aquellos cocheros los que se hacen con el gobierno y dirección de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, que ha cambiado la titularidad dolorosa de Madre de Dios del Arco, por la advocación de origen ítalo de Nuestra Señora de Loreto. Posiblemente con el cambio de titulo viniera también el cambio de talla, que seria ejecutada en el año 1711, según consta en el Libro de caja, por los pagos hechos al "maestro que hizo la Virgen", sin que aparezca la autoría. Fue sin duda el XVIII, un siglo de esplendor por que es más que probable que en esa época -en la que la Estación Penitencial anual dependía exclusivamente de los recursos económicos propios- fuera la cofradía sevillana que salió consecutivamente durante mas años, lo que da idea del florecimiento de la Hermandad en dicha centuria.

No ocurriría lo mismo en el siguiente siglo XIX. La invasión napoleónica supone la desaparición del paso tallado por Ruiz Gijón, si bien la Hermandad consigue salvar las imágenes. En 1850 ingresaron como hermanas la reina regente Maria Cristina y su hija, la futura Isabel II. También fueron significados hermanos en esta época, los Duques de Montpensier.


Vestía los nazarenos por entonces, túnica y antifaz de merino blanco con capa morada. En 1872 el habito nazareno, del que se conservan algunos testimonios fotográficos, fue sustituido por túnica y antifaz negros con capa de russel del mismo color.


Llegado nuestro siglo, en 1902, la cofradía adopta el hábito nazareno actual En 1920 S.S. Benedicto XV nombra a la Santísima Virgen en su advocación de Loreto patrona de la Aviación Mundial, confirmándose en España poco después. En 1926 el vuelo trasatlántico del Plus Ultra entre Palos de Moguer y Buenos Aires (pilotado por Ramón Franco, Pablo Rada y Julio Ruiz de Alda) fue el desencadenante de un feliz acontecimiento: la donación a la Virgen de la silueta en oro del hidroavión "Plus Ultra", donada por la dama argentina Dª. María Gonzalo Cabot, que desde entonces porta en su mano. Nuestra Señora de Loreto fue el punto de mira hacia donde fueron todas las muestras de agradecimiento por tan venturoso vuelo. Fue en ese mismo año cuando la Virgen en su advocaci6n de Loreto fue nombrada patrona de la Aviación Española. Desde entonces nuestra Hermandad esta profundamente vinculada con el Ejercito del Aire, y este con su Patrona, a la que ha ofrendado en numerosas ocasiones diferentes enseres de uso personal de la Santísima Virgen como reconocimiento de su patronazgo (Corona de salida, emblemas ...).

En la década de los 80 y parte de los 90 nuestra hermandad ha pasado por circunstancias difíciles, motivados por el hecho de la necesitada labor de restauración de la Parroquia, viéndose forzada a trasladarse al inmueble que poseía como Casa Hermandad en la calle San Isidoro, y a realizar la Estación de Penitencia del Viernes Santo desde la cercana iglesia de la Anunciaci6n. Finalmente pudo regresar a su templo en el año 1991, felizmente terminadas las obras pertinentes gracias al celo de su párroco y Director Espiritual de la hermandad, D. José Luis Peinado Merchante.


Entre los hechos más destacables de los últimos años -derivada de la unión mediante la concordia mencionada más arriba, entre corporación sacramental y cofradía penitencial- es la recuperación de la Procesión sacramental, el Corpus de San Isidoro, que viene desarrollándose en los últimos años con manifiesta brillantez y evidente elegancia, habiendo alcanzado un óptimo resultado en esta expresión de sus Cultos, cual es la manifestación pública itinerante de Dios sacramentado por las calles de la feligresía, acompañado de María Santísima de las Nieves en un novedoso paso de tumbilla y la imagen de Jesús Niño precedido de una grey infantil de hermanos.




En fin amigos,espero que os haya gustado.

Sin más, me despido con un saludo canino de corazón.

Un abrazo canino.

La Canina seguirá cavilando .....